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Sudor de Sangre

Sudor de Sangre 04


Sudor de Sangre, marcha oficial del Señor Sepultado de la Recolección; su autor fue Fray Miguel A. Murcia inicialmente compuesta para ser interpretada en órgano y luego fue Rafael García Reynolds quien la instrumentalizó. Hay mucho que decir del recordado Fray Miguel, quien con tanto entusiasmo comenzó a promover las procesiones para la fe popular en dicho templo neoclásico. Sublimes notas fúnebres para un sepultado que conmueve a los feligreses con su dramatismo. Fray Miguel, elaboró minuciosamente esta hermosa marcha, y la dividió en tres partes inspiradas en pasajes de la pasión de Cristo.

La primera parte, plasma los momentos previos a la muerte de Jesús; imaginando el dramatismo, la expectación, el movimiento de la gente dirigiéndose al monte del Calvario para presenciar lo que ocurriría con aquel nazareno. En la segunda parte, plasma los momentos en los que se consuma la voluntad de Dios, entregando a su hijo por nosotros. Refleja el dolor de la muerte de Jesús, el pánico de los espectadores tras el estremecimiento de la tierra y el arrepentimiento de los romanos. La última parte, es la congoja de María Santísima al recibir en su regazo el cuerpo muerto, pálido y ensangrentado de su hijo Jesús. Los Santos varones han bajado de la cruz al redentor y lo han preparado para su entierro, antes del sábado.

Sudor de Sangre 02

La composición musical, es una obra completa que con mucho acierto se le dedica al Cristo de la Penitencia, ya que las 3 partes de la pasión son un reflejo exacto de la hermosa imagen; que a simple vista se puede reconocer como una gran obra de arte y de mucho valor histórico y cultural, sin duda alguna es excepcional.

La imagen sobrepasa al metro con ochenta centímetros, la talla muestra el realismo de un cuerpo golpeado y mutilado. Al observársele crucificado, se puede incluso apreciar la tensión en los músculos de las extremidades que cualquier persona demostraría al tratar de no caer de la cruz. Su tórax muestra un último suspiro, ya que se marca en los músculos de su abdomen. Su mano izquierda, muestra entumecimiento debido al clavo que le atravesó; la mano derecha en cambio muestra dos dedos, el medio y el índice, en un intento por extenderse sobre el madero. Al observar su rostro, se nota una delicada lágrima que conmueve a quien descubre que detrás de esos hilos de sangre que escurren por su frente, se encuentra el brillo transparente y escondido de la tristeza de nuestro Señor en la cruz. Las gotas entre mezclas de sudor y sangre, resbalan por sus párpados, mejillas y finalizan perdiéndose en la espesa barbilla tallada.

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Ambos ojos se descubren al observársele detenidamente, ya que no han cerrado en su totalidad; la boca predice un gesto de dolor que deja observar la dentadura. Conmovedora, se puede apreciar instantáneamente en el descendimiento de Viernes Santo, cuando al presentar al pueblo y a la Santísima Virgen de Soledad; descubre su espalda desnuda y flagelada, ensangrentada y despedazada por los latigazos; sobre ella caen mechones de su cabellera, pero aún así es notorio el martirio y azote injusto que se refleja en esta escultura.

No se tiene registro que indique quién es el autor de la obra, aunque hay hipótesis que indican que la misma puede haber surgido a finales del sigo diecisiete. Se conoce que la Recolección fue fundada en el Valle de Panchoy bajo el nombre de Colegio de Cristo Crucificado de Propaganda Fide; y por ello se facilita pensar que contaba con varias imágenes de este tipo de devoción, en su mayoría trasladadas a la Nueva Guatemala después de los terremotos de 1773. El Cristo de la Penitencia, fue entonces, elegido para luego de ser un Cristo Crucificado; movilizar su cuello, hombros y pierna derecha para la adaptación a realizar un acto de crucificción y luego ser utilizado en rito de enterramiento.

Sudor de Sangre 01

La imagen del Señor Sepultado fue consagrada en noviembre del año 2013, imagen de gran arraigo y venerada por muchos por más de 250 años. Historias, relatos, vivencias; giran en torno al realismo encarnado en madera. Sudor de Sangre, estremecerá las paredes y vitrales del templo neoclásico de la 3ra y 3ra como es conocido. El sepultado del barrio, fue consagrado y dado a conocer con más fervor a la población guatemalteca. Su feligresía trascenderá las fronteras de un país, las próximas generaciones escucharán crónicas y relatos de la consagración que por la gracia de Dios, muchos vivimos. Inculquen pues, la devoción y el fervor a sus descendientes y la tradición de un sentimiento, de una fe y de un Cristo de la Penitencia.

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